jueves, 27 de enero de 2011

Tiempo de Paz

A veces pensamos que vivimos en una sociedad libre, en una sociedad segura. A veces creemos, y a veces también yo, que el tiempo de las atrocidades, de los crímenes de guerra, y de las ejecuciones sin razón quedaron atrás para no volver...
¡Qué equivocados estamos todos!, aún quedan lugares, ( y no tan lejanos) donde las autoridades se sienten con pleno derecho de decidir no sólo cómo deben vivir los miembros de su sociedad, sino también cuándo debe acabar su vida.
Hoy, me he encontrado un caso de una gravedad tal, imposible de transmitir. El caso consiste en una pareja de afganos, un hombre y una mujer, cada uno con su pareja, que se enamoran y deciden huir juntos. Su familia los busca y pide a las autoridades islámicas que los maten lapidados, es decir, a pedradas. Y así ha sido, ocurrió este domingo y aún me siento conmocionada de pensar que dos vidas se hayan perdido primando la crueldad frente al valor de una vida. No puedo evitar preguntarme qué pensarán esos hombres( porque eran hombres los que los mataban, claro), mientras terminaban con las vidas de esas personas, sintiéndose con derecho no sólo de juzgarlos, sino por arrebatarles el don más preciado que tenemos: la vida. Seguramente, piensen que están haciendo una gran labor, y no remuerda nada su conciencia. Eso es lo que creo más preocupante, porque significa que estas abominaciones no cesarán mientras ellos sigan teniendo poder. No puedo evitar pensar en cómo su familia alentó eso, y cómo podrá seguir durmiendo cada noche. No puedo evitar pensar en cómo hubiera sido su vida, si los hubieran dejado vivir su amor libremente. No puedo evitar pensar en qué se ha convertido el ser humano.
No puedo evitar preguntarme, ¿ en qué mundo vivo?

Inés

No hay comentarios:

Publicar un comentario